A manera de Introducción
En esta ocasión no quiero escribir oraciones abstractas, ni versos cursis que pretendan endulzar el alma. Esta vez quiero simplemente dejar sentada mi posicion de poeta incomprendido.
Mis poemas desperdigados, olvidados y en un futuro escritos en la pared de un cuarto no aspiran a ser difundidos ni admirados. Al menos ser brevemente leidos y luego descartados. Porque la poesia no tiene ambición, al menos la mia no. No quiere trascender, ni motivar, tan solo quiere existir. Ser viva como él que la escribe o tal vez él que la escribe solo quiere ser tan libre y vivo como ella.
No se, cuando uno escribe se confunde en sus letras, y solo quiere apaciguar esa sed existencial. De alguna u otra manera lo logra. ¿Alguna vez has escrito un poema pensando en que pueda gustar? a lo mejor sí, por un poco de vanidad. Pero en realidad que más da. La poesia se hace para disfrutarla en la intimidad de la soledad, no se disfruta a traves de la aprobación de otros.
(Ahi les va este caramelo)
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La insensibilidad aparente,
La aparente inexpresión
De mis temores y aciertos.
Lo abstracto me consume
En contra de mi voluntad
Luego sigo caminando.
Me encuentro con lo cursi
Lo rechazo con facilidad
Lo dulce ha quedado atrás
La autotortura
nunca esta de más
siempre tiene su lugar.
¿A que viene tanta euforia?
Me contagia tu risa
Me hace olvidar.
Luego regresamos,
la maldita ansiedad.
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