¿Quiénes son
los autores intelectuales del golpe suave en Nicaragua? ¿Quiénes son los que en
la oscuridad conspiran por recuperar el poder? ¿Quiénes son los que se
disfrazan de sociedad civil para sembrar discordia y odio en este país? ¿Quiénes
tienen el descaro de manipular las emociones del pueblo para su propio
beneficio?
Se mencionan
a muchos individuos, organizaciones, movimientos, y partidos extintos. Así como
también una elocuente serie de malos apodos (puchitos, minúsculos, chingastes),
sin embargo, a veces no sabemos con certeza a quienes nos estamos enfrentado, es
el enemigo de las mil mascaras.
Nuestro
principal adversario ideológico ha regresado con fuerza y está dispuesto a dar
la batalla. Lamentablemente esto no será un episodio fugaz, debemos prepararnos
para una lucha larga. Es verdaderamente una responsabilidad histórica para los
revolucionarios nicaragüenses de esta época, defender el legado de tener una patria
libre y digna como la soñaron Sandino y Carlos Fonseca.
Estamos ante
un interesante fenómeno político: el neoconservadurismo. Los conservadores
siempre se han caracterizado por tres componentes a saber:
a) Ser aliados de la iglesia católica
b) Apadrinarse con los Estados Unidos
c) Privilegios de clase conferidos por el poder
b) Apadrinarse con los Estados Unidos
c) Privilegios de clase conferidos por el poder
La ultima vez
que estuvieron oficialmente en el poder los conservadores fue a raíz de un
golpe de estado orquestado por un viejo caudillo, cuya estatua de piedra se
erige desafiante en el malecón de granada. Los conservadores se alternaron en
el poder con los liberales hasta que aparecieron en escena los sandinistas, y
los erradicaron del imaginario del pueblo como una opción viable.
Al perder la
oligarquía el brazo político que respondía a sus intereses ha tenido que recurrir
al siempre incomodo aliado político burgués-liberal, logrando incluso imponer
su liderazgo como sucedió con el Ingeniero Enrique Bolaños, quien no dudó en
castigar al plebeyo de Alemán Lacayo por orientaciones de los norteamericanos.
Ahora en Estados
Unidos gobiernan los republicanos, y la vieja e inquebrantable alianza gringo-conservadora
se reactivó, los recursos económicos retomaron su fluidez y las sanciones no se
hicieron esperar. La última vez que Estados Unidos había sancionado a Nicaragua
fue en el año 2008 con George Bush (republicano) en el poder, disolviendo la
cuenta Reto del Milenio.
El líder opositor
de ese entonces, heredero político de la división provocada por bolaños, fue el
mayor promotor de la cancelación de la cuenta, afectando así la ejecución de
importantes proyectos de infraestructura en beneficio del pueblo. Una deuda que
quedó pendiente de saldar por parte de los Estados Unidos, luego de todo el
daño provocado en los años ochenta.
No es coincidencia
que el ascenso del ala conservadora de los republicanos en los Estados Unidos
coincida con la aplicación de sanciones Magnitsky
y el vertiginoso avance del paquete de sanciones conocido como Nica Act. Parece ser que con la
administración de Obama teníamos un marco de entendimiento útil para poder
levantar la economía del país.
Tampoco es de
sorprender al MRS como organización parasitaria del conservadurismo, no es la
primera vez. En las elecciones del año 2011 participaron con la alianza de
derecha encabezada por Fabio Gadea Mantilla, el último remanente de dignidad lo
vendieron por unos cuantos asientos en la Asamblea Nacional.
Y bien, vemos
entonces que son los enemigos históricos del pueblo nicaragüense, quienes de
manera perversa engañan al pueblo y hacen creer que defienden los más puros
valores de justicia y democracia. Vemos entonces a operadores políticos como Félix
Maradiaga y muchos otros más rasgarse las vestiduras por una noble y
desinteresada causa: el retorno de las élites
oligarcas al poder.
Ahora sí, con
mayor claridad. Sandino vive...